Como de costumbre, en la televisión no ponen absolutamente nada de interés (aún no se por qué insisto en ver si echan algo), a no ser que consideres interesante ver a cuatro individuos gritando como monos alrededor de una mesa sobre qué ha hecho Menganita o con quien sale Fulanito. En fin, siempre nos quedaran los documentales de la 2.
Fuera de bromas, hay días en los que no sabes qué hacer, hoy es uno de esos maravillosos días. Por suerte, se me ha ocurrido la brillante idea de ponerme a leer un libro llamado “La Esmeralda de Kazán”. El libro en cuestión trata de una niña abandonada que fue acogida por una las criadas de unos profesores que viven en Viena.
Fuera de bromas, hay días en los que no sabes qué hacer, hoy es uno de esos maravillosos días. Por suerte, se me ha ocurrido la brillante idea de ponerme a leer un libro llamado “La Esmeralda de Kazán”. El libro en cuestión trata de una niña abandonada que fue acogida por una las criadas de unos profesores que viven en Viena.
Si, vale, lo se, es un libro dirigido a un público un tanto más joven pero me lo leí hace unos 3 años y me ha traído buenos recuerdos; además, he conseguido esquivar una tarde aburrida.
